junio 10, 2013

Un desierto en París

Triquiñuelas de la clasificación ATP, el vencido en la final de Roland Garros gana una posición al vencedor. Del quinto al cuarto puesto, una recompensa temporal a la constancia que ha demostrado durante los dos últimos años. La raqueta rival, la ganadora, muestra a estas alturas más inercia que épica en sus victorias. La maraña de estadísticas envuelve su trayectoria y traslada a un plano comprensible la dificultad del hito. Al otro lado de la red enfrenta a un tenista que acumula 4 derrotas en lo que va de temporada y se ha postrado resignado ante la insistencia de Nadal. Barrunta una duda perenne, una duda que se evaporaría con la violencia de un drive o la contundencia de un revés cruzado.

Al margen de los detalles del partido, las 20 derrotas coleccionadas durante su historial de enfrentamientos atrofiaban la raqueta del - a partir de hoy- número 4 del mundo, que perdía su primera final de Grand Slam ante quien ha conseguido participar en 17 rondas finales. Su raqueta ejecutaba lenta y trabada en los errores no forzados y rápida pero insuficiente en los golpes ganadores. En cierta medida por el clima- bolas más pesadas de lo normal- pero también por el saque, una oportunidad que no terminó de aprovechar.  Cedió a la desesperación en pequeños espacios acotados del enfrentamiento y la vacilación fue letal para sus expectativas. Por defender cuando debía atacar, acudió a él una jugada idéntica - aunque menos definitiva a corto plazo- que la que le sacudió en los cuartos de final de la pasada edición del Masters 1000 de Madrid. Con paciencia, desubicó a Nadal hasta arrinconarlo en la esquina derecha y obtener como respuesta un golpe inofensivo que debía rematar con agresividad. Insistir sobre el lado de su rival fue una mala decisión. Un golpe psicológico que se sumaba a la ya ruinosa tendencia del duelo fratricida.

mayo 12, 2013

Final de altura

No solo por la altitud de la ciudad sobre el nivel del mar, también por las bolas traidoras que arrojó durante todo el partido Nadal sobre el suizo Wawrinka. Nadal, que ganó el Masters 1000 de Madrid el viernes en el tie break del segundo set contra Ferrer, impuso su ley sobre dos rivales que ya habían cumplido sus objetivos.

Andújar aprovechó la wild card y no solo ofreció una buena actuación sino que se fue de Madrid con más dinero del que había conseguido durante todo 2013. A la semifinal acudió a disfrutar, tanto que no sintió como propia la humillación del primer set y cuando intentó competir le faltó sufrimiento.

Difícil sentenciar si lo de Wawrinka es más meritorio. Tras confesar que su objetivo en 2013 era llegar al top 10, se topa en dos semanas en la cumbre: ganó la final del ATP 250 de Estoril contra todo un top 4 (Ferrer) y ha llegado a la final en Madrid dejando en el camino a dos top 10: Tsonga y Berdych, finalista en la anterior edición. Con este historial, no es extraño que el enfrentamiento superara sus expectativas, más siendo consciente de que su clasificación para la final implicaba su inclusión directa en el top 10. Más sabiendo que acumulaba dos semanas consecutivas de partidos y victorias, una de ellas en plena madrugada.

Esto y la evolución progresiva de Nadal, que depende de sí mismo para llegar a Roland Garros como número 4 (lo que le permitiría ser cabeza de serie y evitar rivales incómodos hasta las últimas rondas), le permitieron al ganador de Indian Wells engrosar su lista de torneos.

Le recomendaron que mantuviera al suizo lejos de su mejor golpe y se lo tomó en serio. Durante el primer set no pudo más que devolver la pelota desde los carteles publicitarios, un espacio donde su revés a una mano perdía toda su efectividad. Estético e incisivo pero con fuerza cero cuando llegaba al drive preparado a conciencia de Nadal. 2-6 y siguiente guerrilla, la del segundo set.

La única oportunidad en la que Wawrinka consiguió igualar a 40,  Nadal se revolvió furioso e imprimió un extra de valentía para mantener el saque. Ida y vuelta, en el siguiente tuvo en su cuenta tres bolas de break que no consiguió materializar. Lo hizo por él el suizo, que en su siguiente saque perdió el juego con una doble falta en la que le entregó el segundo set y el partido.

Con la duda de si Federer volverá al nivel habitual y siendo consciente de que Djokovic tratará de mejorar el rendimiento que ha mostrado esta semana, con la amenaza segura de Ferrer y la presión de las nuevas promesas de la ATP en el cuadro de Roma, Nadal depende de sí mismo para ganar el Masters 1000 de Roma y conseguir un lugar privilegiado en el ranking que le permita cerrar la gira de tierra batida por todo lo alto.


abril 24, 2013

Cercas en la frontera


Las leyes de la frontera dicen que la línea entre el bien y el mal es muy difusa. Que un solo instante puede determinar tu vida. Que, por muy mal que vayan las cosas, siempre pueden ir peor. Son afirmaciones acomodaticias que captan con gran fortuna el espíritu de “Las leyes de la frontera”, el último libro de Javier Cercas.

Javier Cercas. Un tipo que es capaz de crear un género mixto, híbrido de novela, ensayo y crónica histórica a partir de una imagen. Para ello, acude a la potencia de la duda como segadora campestre. Ahí permanece el soldado que perdona la vida a Sánchez Mazas en “Soldados de Salamina” o Adolfo Suárez inmóvil en su asiento durante el asalto al Congreso del 23-F, en “Anatomía de un instante”.


abril 21, 2013

De campo y playa


Tiene algo Montecarlo de campo y playa. De glamour, opulencia y brillo cegador. De Gasquet encendido y Tsonga como héroe nacional, patriota hincando la rodilla ante el bárbaro excelente. Murray roto y Dimitrov manirroto desesperando al futuro. Un torneo para jugadores del futuro - Raonic, Tomic, Dimitrov- que ha terminado instalado en la supremacía habitual, con finalistas destinados a hacer historia.

Avisaba Nadal que era complicado volver a competir tras un mes de actividad y otro mes de descanso y nadie le tomó en serio. Su avance, a voluntad propia, ha dejado escollos. El más llamativo, Dimitrov. En el segundo set de los cuartos de final, Dimitrov descubrió que aspiraba a la cima del tenis mundial. Un contratiempo porque descubrir tu potencial ante un top 5 supone reconocer tus carencias ante un top 5, entender que no es el momento para alcanzar la cima mientras un yeti rabioso provoca avalanchas y, entonces, decidir que mejor otro día, quizás más tarde. Se despidió renqueante con un saque directo, un uppercut que le mandó directo a la enfermería. Antes, salvó un punto de partido con coraje y agresividad.

abril 16, 2013

Frescura Zodiacs


3,2,1... ¿ Qué fue antes: el huevo o la gallina? Un refresco de naranja descubrió el huevo y, desde entonces, ese huevo aumentó de tamaño ligado a un nutriente abrasador: vitalidad desbocada y optimismo asfixiante, una imagen potente. El quinto trabajo del grupo vasco Zodiacs tiene por título una cuenta atrás, la única referencia de un viaje que se pierde placenteramente en el caos.