mayo 12, 2013

Final de altura

No solo por la altitud de la ciudad sobre el nivel del mar, también por las bolas traidoras que arrojó durante todo el partido Nadal sobre el suizo Wawrinka. Nadal, que ganó el Masters 1000 de Madrid el viernes en el tie break del segundo set contra Ferrer, impuso su ley sobre dos rivales que ya habían cumplido sus objetivos.

Andújar aprovechó la wild card y no solo ofreció una buena actuación sino que se fue de Madrid con más dinero del que había conseguido durante todo 2013. A la semifinal acudió a disfrutar, tanto que no sintió como propia la humillación del primer set y cuando intentó competir le faltó sufrimiento.

Difícil sentenciar si lo de Wawrinka es más meritorio. Tras confesar que su objetivo en 2013 era llegar al top 10, se topa en dos semanas en la cumbre: ganó la final del ATP 250 de Estoril contra todo un top 4 (Ferrer) y ha llegado a la final en Madrid dejando en el camino a dos top 10: Tsonga y Berdych, finalista en la anterior edición. Con este historial, no es extraño que el enfrentamiento superara sus expectativas, más siendo consciente de que su clasificación para la final implicaba su inclusión directa en el top 10. Más sabiendo que acumulaba dos semanas consecutivas de partidos y victorias, una de ellas en plena madrugada.

Esto y la evolución progresiva de Nadal, que depende de sí mismo para llegar a Roland Garros como número 4 (lo que le permitiría ser cabeza de serie y evitar rivales incómodos hasta las últimas rondas), le permitieron al ganador de Indian Wells engrosar su lista de torneos.

Le recomendaron que mantuviera al suizo lejos de su mejor golpe y se lo tomó en serio. Durante el primer set no pudo más que devolver la pelota desde los carteles publicitarios, un espacio donde su revés a una mano perdía toda su efectividad. Estético e incisivo pero con fuerza cero cuando llegaba al drive preparado a conciencia de Nadal. 2-6 y siguiente guerrilla, la del segundo set.

La única oportunidad en la que Wawrinka consiguió igualar a 40,  Nadal se revolvió furioso e imprimió un extra de valentía para mantener el saque. Ida y vuelta, en el siguiente tuvo en su cuenta tres bolas de break que no consiguió materializar. Lo hizo por él el suizo, que en su siguiente saque perdió el juego con una doble falta en la que le entregó el segundo set y el partido.

Con la duda de si Federer volverá al nivel habitual y siendo consciente de que Djokovic tratará de mejorar el rendimiento que ha mostrado esta semana, con la amenaza segura de Ferrer y la presión de las nuevas promesas de la ATP en el cuadro de Roma, Nadal depende de sí mismo para ganar el Masters 1000 de Roma y conseguir un lugar privilegiado en el ranking que le permita cerrar la gira de tierra batida por todo lo alto.


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